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YogaSmoga, la mejor solución es la más simple

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Rishi Bali, emprendedora nacida en los alrededores del Himalaya, pasó toda su niñez y su formación juvenil en la región de la India que es conocida por ser el lugar de nacimiento del Yoga. Cuando Rishi y su hermana Tapasya Bali se mudaron a Nueva York para formarse universitariamente, le dieron valor a la formación que obtuvieron de dos culturas completamente distintas con un emprendimiento responsable.

Fue en el año 2010 cuando las hermanas Bali decidieron crear una empresa dedicada por completo a la manufactura y producción de ropa inspirada en la práctica del Yoga, con la cual los practicantes de esa disciplina pudieran ejercitarse en atuendos particularmente atractivos para ellos.

Así fue como desarrollaron la empresa y marca YogaSmoga. Con el capital necesario para empezar a producir, enfrentaron el reto de conseguir una mano de obra barata y de buena calidad. Rishi decidió tomar la misma decisión que las grandes empresas y colocar su cadena de suministro en el exterior de los Estados Unidos, en este caso, en Centro América.

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A pesar de que YogaSmoga compartía el mismo huso horario que su cadena de suministros, las hermanas consumían mucho de su tiempo y dinero analizando los diversos impuestos generados por las aduanas y demás intermediarios, que les generaban muchos más gastos de lo esperado. Mientras las hermanas pensaban cómo reducir los gastos, notaron que una gran cantidad de empresas estadounidenses han dejado a miles de personas sin trabajo en los últimos años dado a que las marcas tomaron la decisión de construir su cadena de suministros fuera del país. Esta realidad les dio una gran idea a las hermanas.

Su solución fue la más simple y evidente de todas, en vez de evadir una gran cantidad de costos creando una red de suministros al otro lado del mundo, decidieron acudir a las fábricas nacionales. En cuanto la cadena de suministros se estableció dentro de los Estados Unidos, sus operaciones se tornaron mucho más simples y tuvieron la oportunidad de pasar tiempo de calidad dentro de las fábricas para supervisar el progreso y la manufactura.

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Los clientes de YogaSmoga apoyaron por completo su decisión debido a que la calidad de sus productos aumento drásticamente, y se sintieron motivados porque las hermanas Bali deseaban contribuir de forma responsable con la economía estadounidense al crear ofertas de empleo dentro de su comunidad.

Como agradecimiento y reconocimiento a sus orígenes, con YOGASMOGA crearon la Fundación Namaskar con la cual coordinan la fabricación y venta de pulseras tejidas a mano que se hacen en telares manuales en aldeas remotas de la cordillera del Himalaya. Estas pulseras se venden por YOGASMOGA por 10 dólares, las ganancias netas de esa venta son donadas a la Fundación Namaskar que proporciona iniciativas de salud, en inmunización, atención y la educación de la primera infancia y ofrece microcréditos ($ 10 - $ 50) a personas en las economías en desarrollo que no tienen acceso a los bancos para que puedan poner en marcha pequeñas industrias artesanales que con el tiempo generen ingresos.

YogaSmoga es de la mano de las hermanas Bali un emprendimiento responsable en los Estados Unidos y una empresa social en la India.

¿Es la creación de empresas y fábricas en territorio nacional una mejor opción a construirlas en el exterior pero a menor costo?

Información clave de nuestra historia:

- Según la mitología hindú, el Yoga es de origen divino y eran ejercicios practicados por las divinidades. Su aparición en la tierra se debe a un pez (Mat-sya) que presenció cómo el dios Shiva enseñaba a su esposa los ejercicios de yoga. El pez imitó estos ejercicios y al practicarlos se convirtió en hombre.

- Más respetuoso que Namasté, Namaskar no es simplemente un saludo, sino una profunda filosofía que rechaza la arrogancia. El gesto, Namaskar, representa la creencia de que hay una chispa divina dentro de cada uno de nosotros que se encuentra en el chakra del corazón. Este gesto es un reconocimiento del alma en uno - por el alma del otro. Unir nuestras manos para reconocer el alma de cada uno, con el objetivo de conectar y honrarse mutuamente.

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